lunes, 31 de agosto de 2009

PROBLEMAS DE LAS TIERRAS INDIGENAS

NARCOTRAFICO EN COLOMBIA!

NARCOTRAFICO

lunes, 3 de agosto de 2009

PANDILLAS EN COLOMBIA

















En muchas sociedades del planeta se están viviendo procesos violentos, protagonizados por jóvenes de ambos sexos, que se incorporan a grupos con códigos secretos, que están presentes en las ciudades y cuyos miembros pertenecen a todos los estratos sociales, pero sobre todo a la población más empobrecida. Son los jóvenes de pandillas, de tribus, de maras, de naciones. Si bien hay diferencias entre ellos, se pueden encontrar muchos rasgos comunes. Ser pandillero plantea una forma de vivir la ciudad, la polis. Nos encontramos frente a un acontecimiento político, que tiene sus propios códigos y estructuras que representan una cultura en la que el manejo del poder está siempre presente. Entendemos que es posible cambiar las actitudes de las pandillas si las abordamos desde ángulos que confieran a sus miembros la identidad que buscan y si tratamos a esos grupos como sujetos y no como problemas sin rostro. El desafío es cómo reconstruir ciudadanía apoyándose en los valores que estos grupos tienen, potenciando sus capacidades y formas de expresión, utilizando sus liderazgos, sus formas de cohesión y permitir que sus propuestas sean reconocidas como tales por ellos mismos apara que puedan reconstruir el tejido social de la ciudadanía que les tiene miedo, los margina y los rechaza. En esta sociedad cambiante hay algunas personas y grupos que permanecen al margen de esa evolución, de ahí la palabra marginados. Como están fuera, también se les llama excluidos y, otras veces, son expulsados del sistema en el que habitan pues no se les considera rentables ni eficaces. El marginado y el excluido pueden intentar incluirse pero el expulsado vive su realidad como una fatalidad que le impide ser él mismo. Esto produce un desaparecido de los escenarios públicos, un no-persona, sujetos que no importan y de quienes nada se espera, a los que hay que evitar, a ... A partir de esa ausencia de reconocimiento, los jóvenes buscan a sus pares, sus semejantes, los otros expulsados como ellos, para hacer irrupción en el mundo desconocido de los otros, desde donde pueden manifestarse con ritos, vestidos y conductas que los hagan visibles e invisibles. Si somos conscientes de que antes de ser victimarios han sido y son víctimas, debemos considerarlos como jóvenes combatientes de otras guerras en las que las armas están en manos de personas que comienzan la vida. El tráfico de drogas y de armas, que los utiliza, se escuda en los jóvenes, considerados por la sociedad como los únicos malhechores mientras los traficantes ocultan su rostro, sus riquezas, sus intereses y se pasean por las calles de nuestras ciudades. Estamos frente a escenarios violentos desiguales, uno estructural y otro de respuesta. El escenario de violencia de respuesta es más fácil de ver y de juzgar. El que lo sostiene es objeto de análisis y denuncias, pero con muy pocas propuestas de cambios reales. Es más fácil condenar la violencia-respuesta que la violencia que las genera. La sociedad tiende a no reconocerse a sí misma en las raíces de este conflicto. Hoy las condiciones y secuelas de la pobreza son más profundas, pues el ambiente del hogar en que se nace marca como hierros el futuro de los niños. La frontera biológica y social entre la niñez, la adolescencia y la adultez prácticamente se borró en nuestros países. La necesidad de trabajar, no importa cómo o bajo qué condiciones, ya no tiene edad.

Vocabulario de los pandilleros
¿Cómo forma el pandillero su vocabulario?En la formación de palabras, el pandillero recurre a dos procedimientos básicos propios de nuestra lengua: la composición y la derivación. Pero además existen otros recursos importantes, comunes sobre todo en el lenguaje familiar, como las onomatopeyas y la creación lexical mediante sílabas iniciales o finales de la palabra original, alteración de letras y sílabas, repetición de sílabas, y hasta agregado de otras sílabas a la palabra original.EJEMPLOS DE COMPOSICIONVeamos algunos ejemplos de composición:a) Sustantivo + sustantivo cocopiña (coco de piña = homosexual), boletrapo (bola de trapo = alcohólico), mariflor (María y Flor = homosexual).b) Sustantivo + adjetivo chancho eléctrico (automotor), estrellita luminosa (marihuanómano), gato azul (persona tonta y aburrida), manga chinga (policía), jocote cocido (ejército), punto rojo (billete de cien córdobas).c) Verbo + sustantivo cazafantasmas (policía), ponerrosa (inodoro), rascabolos (policía).d) Preposición + sustantivo sincopete (cinco)e) Adjetivo + adjetivo malavara (tramposo), mediopolvo (persona de baja estatura), bellezamarina (homosexual), cuateturco (prostíbulo).f) Verbo + verbo piquijale (pica y jale = alejarse, retirarse).Formación de palabras del pandillero mediante composiciónALGUNAS PALABRASA continuación presentamos diez palabras del vocabulario del pandillero con la letra A. abril (tuco): año de cárcel. Ej.: Por lento, te cayeron donas abriles. abrir (hacerse alka seltzer): irse, marcharse, largarse. Ej.: Abrite rápido que la jara ya viene. abuelo (arrojada de abuelo): arrojada de bolo, comida que sirven en las cárceles. Ej.: Ay te traen tu arrojada de abuelo. acalambrado (aculado): acobardado, lleno de miedo. Ej.: El peluche estaba acalambrado cuando lo caneó el polizonte.acalambrar: Acobardarse, llenarse de miedo. Ej.: El que se acalambre que mejor no vaya a la bronca con los traidos.acalambrar: catear, golpear, propinar un golpe. Ej.: "Uñegato" acalambró a mi prix.acalambrar: Amenazar. Ej.: El mandurria de nosotros siempre nos acalambra cuando no queremos cooperar.acoi: aquí. Ej.: Acoi te espero, mi amor.aculado: aguado, nervioso, preocupado. Ej.: Mi prix está aculado por haber participado en el bonche.achote: oro, metal precioso. Ej.: Esa rienda es de achote

FUERZAS ARMADAS REVOLUCIONARIAS DE COLOMBIA


Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo o FARC-EP son un grupo guerrillero que se autoproclama marxista-leninista.[7] Opera en Colombia y en las regiones fronterizas de Venezuela, Ecuador, Panamá y Perú. Son partícipes del conflicto armado colombiano desde su conformación en 1964 y son dirigidas por un secretariado de siete miembros[8] que estuvo bajo el comando de Pedro Antonio Marín, conocido por los alias de Manuel Marulanda o Tirofijo hasta su fallecimiento en marzo de 2008, desde entonces su comandante en jefe es 'Alfonso Cano'.[9] Las FARC son consideradas como una agrupación terrorista por 31 Estados (Colombia, Perú,[10] Estados Unidos,[11] Canadá[12] y la Unión Europea[13] ). Los gobiernos de otros países latinoamericanos como Ecuador,[14] Brasil,[15] Argentina[16] y Chile[17] no le aplican esta calificación. El Gobierno de Venezuela ha solicitado que se le otorgue un estatus de grupo beligerante a las FARC y no las considera terroristas.[18]

Hacen presencia en 24 de los 32
departamentos de Colombia[19] sobre todo al sur y oriente del país, concretamente en Putumayo, Huila, Nariño, Cauca y Valle del Cauca.[20] Se ha reportado la existencia de operaciones militares y campamentos en los países que tienen frontera con Colombia, como Venezuela,[21] [22] Ecuador,[23] Panamá[24] y Brasil.[24] Sus acciones consisten en guerra de guerrillas y combate regular convencional así como técnicas terroristas, como el asesinato de civiles, miembros del gobierno y militares,[25] el secuestro con fines políticos (como el de Íngrid Betancourt) o extorsivos,[26] atentados con bombas o cilindros de gas,[21] y actos que han provocado desplazamientos forzados de civiles[28] violando así el Derecho Internacional Humanitario.
Según un informe del Gobierno de Colombia, esta organización obtiene del narcotráfico más de $1.000 millones de doláres al año (el 78% de su presupuesto).[29] [30] Según esas mismas fuentes, la extorsión (a través de vacunas) les significan a las FARC más de 600 millones de dólares, mientras que el robo de ganado ocupa el tercer de sus métodos de financiamiento. Su número de efectivos varía según las fuentes, desde 6.000[31] hasta 16.000.[32] Según un informe de Human Rights Watch, aproximadamente el 20-30% son menores de 18 años, muchos reclutados forzosamente, de igual forma se acusa a las FARC de torturar y abusar sexualmente de estos menores.

DESPLAZADOS EN COLOMBIA


El número de desplazados en el país se estima entre 2,5 y 3,5 millones de personas. En el período 2002-2007, el promedio anual de desplazados es de 266.635 personas, lo que corresponde a la población de una ciudad mediana como Popayán. Colombia es, después de Sudán, el país con el mayor número de desplazados. La población del país es el 6,8 por mil de la población mundial, pero los desplazados son el 13% del total mundial de expulsados. El desplazamiento no es un fenómeno que ocurra en algunos municipios; por el contrario, se presenta en casi toda la geografía. Más del 90% de los municipios del país son expulsores de población. Más del 10% de los municipios han perdido la mitad o más de su población; algunos muestran indicadores aterradores: Bojacá, Cocorná, El Tamo, Peque, Riosucio (Chocó) han visto huir a más del 75% de su población. Las causas del desplazamiento forzado, en su orden, son: amenazas, violencia indiscriminada, confrontación armada, homicidios, órdenes de desalojo y masacres.

La guerrilla es responsable de casi la mitad del desplazamiento, 45,8%, seguida por los paramilitares, 21,8%. El 1,1% identifica a la Fuerza Pública como la causa del desplazamiento y el faltante se atribuye a otros grupos como el narcotráfico, delincuencia común, etc. Del total de los colombianos que viven en la pobreza extrema, el 42% son desplazados. El 95% de éstos está por debajo de la línea de pobreza, y el 75% por debajo de la pobreza extrema. No todos los desplazados tenían estos niveles de pobreza: el tamaño promedio de los predios poseídos por los desplazados antes de su éxodo era de 13,2 hectáreas; antes del desplazamiento forzoso, el 55,2% de los activos eran productivos, cifra que se reduce al 12,8% en el lugar de destino.

El desplazamiento no sólo conlleva inmensos costos humanos, sino también empobrecimiento acelerado. A diferencia de los otros conflictos, en los cuales el desplazamiento es masivo, en Colombia cerca del 80% es individual, es decir, grupos de menos de 50 personas y menos de 10 hogares. En los otros conflictos, más de la mitad de los desplazados por la violencia cruza la frontera. En Colombia la diáspora se explica más por razones de expectativas económicas.

SICARIATO EN COLOMBIA


MEDELLIN, Colombia.- En los arrabales, parques, bares e iglesias y por las envejecidas calles de Medellín, otrora “meca” del narcotráfico, donde el inexorable paso del tiempo no ha borrado su centenario prestigio, una figura sigue vigente en este heterogéneo rincón antioqueño: el sicariato.El “prestigio” de los sicarios, cuya traducción literal es “asesinos pagados” se propaga por los rumbos de una ciudad que aunque se encamina a la modernidad no logra enterrar este fenómeno social.

Situado al noroeste del país, en la parte más septentrional de las cordilleras Central y Occidental, se ubica el departamento de Antioquia, cuya capital es Medellín, que esta bañada por la brisa que de lejos le llega al norte por el mar Caribe. Este departamento es muy rica: produce oro, café, plata y posee yacimientos de petróleo, carbón, hierro y productos agrícolas.

Esta riqueza, sin embargo, contrasta con un creciente nivel de jovenzuelos desempleados, que ganados por la droga transitan por la calle en busca inusuales clientes: personas que los contraten para asesinar a otro mundano.
El escritor y cineasta Fernando Vallejo define a Medellín, su ciudad natal, como la “capital del odio” y a Colombia como el país más criminal, pero de lo que más se asombra es que en Sabaneta, una localidad periférica, los muchachos de la barriada, los sicarios, vayan todos los martes a la iglesia a rogar, a pedir a implorar a la Vírgen María Auxiliadora, para que los bendiga en medio de este mundo.

Denominada la “Virgen de los Sicarios”, María Auxiliadora debe, según la creencia, perdonar a sus hijos y proveerlos de destreza y fortaleza para que no fallen en sus “trabajos”.
Juan Landázabal fue víctima del sicariato. El último día de su vida transcurrió muy cerca de Sabaneta, el enclave de los sicarios.
Tuvo la osadía de disputar un terreno a un cuñado antioqueño y allí echó a rodar su suerte; meses después moriría acribillado a balazos, con la cara al cielo y los brazos en cruz, como queriendo elevar una plegaria.

Juan fue una víctima más de los miles que se registran aquí y que mueren a manos de asesinos a sueldo que por 1,500 o 2,000 dólares, son contratadas por personas sin escrúpulos que quieren quitarse de un peso de encima o, simplemente, limpiarse de cualquier de enemigo.
Los niños-asesinos le encienden, en la Iglesia de Sabaneta, veladoras a la Vírgen a la que le piden que los bendiga, que les afine la puntería y que cuando disparen, les salga bien el negocio, reseña el escritor Fernando Vallejo.

Y, efectivamente, es común observar jovenzuelos con escapularios en el cuello, en los antebrazo y los tobillos. Nadie, sin embargo, se atreve, por temor de morir en el intento, a preguntar a estas almas de Dios qué significan todas esas cosas que se cuelgan en el cuerpo.
Cuentan aquí que el propio escritor peruano, nacionalizado hispano, Mario Vargas, el autor de “La Ciudad y los Perros”, “Pantaleón y las visitadoras”, “Conversaciones en la catedrál”, entre otros, estaba intrigado, no se aguantó y vino a Sabaneta para investigar si todo lo que se dicen es cierto.

Y sorpresas no le faltaron. La aparente paz espiritual que se respira al interior de las casonas coloniales contrasta con el soterrado temor de los lugareños. Nadie dice nada. Muchos logran ir a la iglesia, pero los martes esa pertenece a los sicarios, quienes se apostan frente al altar de María Auxiliadora, que luce su túnica roja, una hermosa corona y un niño en sus brazos.
Este niño, según lo interpretan los sicarios, es un “niño protegido”, simbolizados por ellos. En una especie del bien y el mal. Lo primero porque limpian lo segundo, es decir, la basura, la escoria humana, “que no vale la pena que siga consumiendo más aire”.
Al parecer en este pueblo el sueño es ser sicario, porque da “status”, dice un lugareño y porque es la única forma de sobrevivir en un mundo plagado por la violencia, el desempleo, el desplazamiento a causa del conflicto armado y porqué no? “para ser más piloso (rápido) que otro”.
La periodista Adriana Mejía advierte que Vargas Llosa cayó recientemente en las trampas de las exageraciones rayanas en la mentira. Por ejemplo aquella de que “la cirugía plástica del tobillo es, en los hospitales paisas (antiqueños), la más avanzada del mundo” por cuenta de que al disparar desde la moto en marcha, el sicario se hiere al apretar los talones para mantener el equilibrio.
Como si no hubiesen botas para protegerse.
O aquella otra anécdota de Mario Vargas Llosa de que los sicarios se toman las discotecas hasta el amanecer para celebrar sus fechorías y, otra más, de que los matones a sueldo se paran en cualquier semáforo para descerrajarle un tiro al primero, segundo o tercer automovilista, detenido por la luz roja.

Mejía no cree todo lo que se cuenta en Sabaneta y menos de lo que se propaga de Medellín, de que la gente vive la vida a ciento por hora, ni que este país huele a eternidad violenta.
Lo cierto es que en Colombia la muerte no descansa.
La sociedad colombiana está inerme e indefensa, con sus manos atadas por un triple cordel: la primera es la creencia, generalizada y casi institucionalizada de que las Fuerzas Armadas no pueden derrotar al narcotráfico y la guerrilla; la segunda una invocación sesgada de los derechos humanos, según la cual los militares no pueden tener funciones de policía judicial, ni tratar de bandoleros a los criminales y tercera, la satanización de la legítima defensa colectiva.
En Colombia en los últimos diez años se han asesinado trescientas mil personas, casi de cien por día-, treinta mil de las cuales por razones políticas – en promedio diez diarias-, de las cuales tres perecen en combates entre la guerrilla y la fuerza pública, y siete en ejecuciones extrajudiciales o masacres. Una alta cuota de estos, mueren a manos de sicarios.
Un millón 500 mil personas han sido obligadas a desplazarse de su terruño -la mayoría viudas y niños huérfanos- dejando atrás sus ranchos quemados, sus seres queridos asesinados y cargando con su miseria a cuestas. Dos mil quinientas personas han sido detenidas-desaparecidas, miles han sido detenidas arbitrariamente y miles han sido torturadas.
Estas cifras espantosas que afectan los espíritus sensibles, describen el tamaño del terror y de la impunidad que padece el pueblo de Colombia. La Comisión Intercongregacional de Justicia y Paz reportó para el año de 1995: 944 asesinatos políticos, 662 asesinatos presumiblemente políticos, 200 asesinatos presumiblemente por limpieza social, 899 muertes en acciones bélicas, 3822 asesinatos obscuros y 111 desapariciones forzadas.
Sobre la presunción de responsabilidad de los hechos de violencia política para el mismo año señaló: Militares 28.4 %, Policías 10.9 %, Paramilitares 5.7 %, otros organismos del Estado 5.2%, Guerrillas 10.7 %, narcotraficantes 0 % y sin información un 35.2%. El tema de la lucha contra el narcotráfico le ha servido al Estado colombiano para desviar la atención mundial sobre su propia responsabilidad en el fenómeno de la violencia o incluso para justificarla. Ha sido común que el Gobierno o los medios de comunicación al servicio del militarismo atribuyan la responsabilidad “de la mayoría de los homicidios políticos a los traficantes de drogas y a los grupos guerrilleros”, como lo ha dicho Amnistía Internacional: Las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas han recurrido a los delitos violentos en campañas de atentados indiscriminados con bombas y a los asesinatos de ministros del gobierno, funcionarios judiciales, periodistas y otras muchas personas que se oponían a sus actividades delictivas.

Sin embargo, la percepción del tráfico de drogas como causa principal de la violencia política en Colombia es un mito. El Gobierno respecto a las estadísticas que señalarían un reducido margen de la participación del narcotráfico en la violencia política ha dicho: No es cierto que los narcotraficantes solamente respondan del 2% de la violencia política en el país.
Esa estadística olvida el papel profundo del narcotráfico que se ha territorializado, que ha comprado tierras en muy amplias zonas de Colombia, en la creación de grupos paramilitares”.
Los sicarios ni se preocupan de la persecusión policial. Ellos saben que pistola o metralleta en mano imponen su ley. La ley del asfalto ó la ley del monte.

DESNUTRICIÓN EN COLOMBIA



Aunque la Constitución reza que “los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”, la realidad es otra y no puede ser más desoladora. Recientemente se realizó la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia y las cifras que arrojó sobre la suerte que está corriendo la niñez son sobrecogedoras. El 12% de los niños colombianos menores de 5 años, el 12.6% entre 5 y 9 años y el 16% de aquellos que tienen entre 10 y 17 años de edad, sufren problemas de desnutrición. En muy buena medida ello obedece a que los bajos ingresos de las familias más pobres, no les permiten cubrir las necesidades nutricionales de la población infantil.

La cantidad de menores de 18 años que vivía en 2003 en la pobreza subió de 12.1 millones a 12.9 millones, elevándose la tasa de pobreza para este grupo de edad de 16.7% a 17.6% . Según Daniel Weinberg, de la Oficina del Censo, “Este incremento en pobreza infantil está probablemente relacionado al incremento de la pobreza en familias uniparentales” . El 13.5% de los niños en Colombia acusan retraso en su crecimiento, tienen estatura por debajo de la norma, lo cual indica malnutrición crónica por un período mayor de seis meses. La talla de 6.4 millones de infantes menores de 17 años, es ostensiblemente baja para su edad; en concepto de la autora del estudio a que hacemos referencia , Carolina Borda, el grupo más grande con esta anomalía es el de 10 a 17 años, con 16.2%, “pues por estar en un pico de crecimiento, ya no tendrán más oportunidad de recuperar esa talla”. La guajira, Boyacá, Nariño, Magdalena y Vaupés, se cuentan entre los departamentos donde prevalece más este fenómeno. Claro, que según la Organización de las Naciones Unidas este se extiende a toda la población, a tal punto que según su revelación en Colombia diez millones de personas tienen alguna carencia nutricional y seis millones de ellas sufren de desnutrición severa. El Informe de la ONU registra un dato que por lo aterrador parece inverosímil: “Las cifras revelaban que en el departamento de Antioquia, una persona cada dos días muere de hambre” . Cualquier parecido con Biafra está alejado de ser una coincidencia.


SITUACION DE DESPLAZADOS EN COLOMBIA


Con tres millones de personas fuera de sus hogares, Colombia sigue siendo uno de los países con mayor número de desplazados, reveló ayer el informe anual del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Como informó en Colombia El País, de Cali, el informe ‘Global Trends 2008’ señaló que los conflictos han dejado 26 millones de desplazados en el mundo, de los que 14,4 millones recibieron asistencia de Acnur, 600.000 más que el año anterior y el doble que en el 2005. El organismo señaló que contabilizó más de 1,1 millones de nuevos desplazados, aunque 1,4 millones de los registrados en años anteriores pudieron volver a sus casas. Colombia, Iraq, la República Democrática del Congo, RDC, y Somalia son los países con más desplazados internos.

PARAPOLITICA EN COLOMBIA.











Parapolítica (o Para-política) es el nombre con el que se le conoce al escándalo político desatado en Colombia a partir de 2006 por la revelación de los vínculos de políticos con paramilitares, con posterioridad al proceso de desmovilización que adelantaron varios de los grupos que conformaban las Autodefensas Unidas de Colombia. En Colombia se les llama paramilitares a los grupos armados ilegales de extrema derecha que se autodenominan como autodefensas y que están generalmente ligados al narcotráfico.
Según las investigaciones varios dirigentes políticos y algunos funcionarios del Estado se habrían beneficiado de estas alianzas por medio de la intimidación y la acción armada de los grupos paramilitares contra la población civil, algunos habrían presuntamente alcanzado cargos en alcaldías, consejos, asambleas municipales y gobernaciones así como en el Congreso de la República y otros órganos estatales. A su vez algunos de los políticos desde sus cargos habrían desviado dineros para la financiación y conformación de grupos armados ilegales y habrían filtrado información para facilitar y beneficiar las acciones de estos grupos dentro de las que se incluyen masacres, asesinatos selectivos, desplazamiento forzado entre otras acciones criminales con el objetivo de extender su poder en el territorio nacional.
El escándalo se ha desatado en medio de revelaciones de medios de comunicación, sectores políticos e investigaciones judiciales que han terminado con la detención de varios congresistas y otros políticos en ejercicio dando lugar a fuertes debates y controversias que han polarizado la opinión pública. La vinculación al proceso de investigación por parte de la Fiscalía General de la Nación y de la Corte Suprema de Justicia de funcionarios y políticos cercanos al Presidente de la República Álvaro Uribe han afectado las relaciones internacionales de este gobierno con el Congreso de los Estados Unidos y con diferentes organizaciones de Derechos Humanos,a la vez que se ha generado un fuerte enfrentamiento entre la Corte Suprema de Justicia y el presidente Uribe quienes se han acusado mutuamente de conspiración.Igualmente se ha cuestionado la legitimidad del Congreso de la República debido al creciente número de Congresistas implicados en el escándalo. Desde agosto de 2008 la Corte Penal Internacional esta estudiando los procesos judiciales dentro del escándalo


El escándalo



1. El computador de 'Jorge 40'
La incautación de un computador portátil decomisado a alias 'Don Antonio' uno de los hombres de confianza de Rodrigo Tovar Pupo, jefe del bloque norte de las autodefensas, más conocido con el alias de Jorge 40, desató diversas indagaciones judiciales luego de que los investigadores lo descifraran y encontraran una serie de documentos que revelaban múltiples crímenes contra líderes sociales de la Costa Atlántica y la alianza con diferentes políticos que incluían alcaldes, gobernadores y aspirantes a congresistas, con el propósito de expandir su poder en el país, hechos que desencadenaron en diferentes masacres, asesinatos y un número aun desconocido de congresistas y otros servidores públicos elegidos con la influencia paramilitar. Muchos de los crímenes detallados en aquel computador se realizaron cuando se adelantaba el proceso de paz entre estos grupos y el gobierno, después de que dicha organización anunciase un cese al fuego.
Las revelaciones del computador llevaron al procurador Edgardo Maya Villazón a afirmar que este escándalo sería igual o peor al escándalo del proceso 8.000. Dichas revelaciones también salpicaron inicialmente a cuatro senadores de la república pertenecientes a la coalición uribista (Zulema Jattin, Dieb Maloof, David Char y Álvaro García Romero) por lo que la información pasó a manos de la Corte Suprema de Justicia que se encargaría de investigar estos y otros casos que más tarde se revelarían


2. Debates políticos


Dichos hechos agitaron el debate político en el Congreso de la República donde el senador Gustavo Petro, como vocero del partido de oposición al gobierno Polo Democrático Alternativo, citó a un debate donde reiteró las denuncias que ya venía haciendo y reveló documentos que comprometían a varios políticos con grupos paramilitares y reclamó, según dijo, por la permisividad del gobierno frente a los hechos, denunciando en el Congreso a Salvador Arana, ex gobernador de Sucre, quien había sido nombrado como embajador de Colombia ante Chile, por ordenar el asesinato de Eudaldo Tito Díaz, alcalde de El Roble en el departamento de Sucre, después de que éste en un consejo comunitario había advertido al presidente Uribe que lo querían matar e incluso señaló los nombres de quienes serían sus asesinos; así mismo Petro denunció la supuesta permisividad del ex Fiscal General de la Nación Luis Camilo Osorio a quien venía denunciando desde el años 2002 y quien durante su gestión firmó el auto inhibitorio para investigar a Arana por conformación de grupos paramilitares. Durante el mismo debate Petro señaló al senador Álvaro García Romero, conocido como El gordo García, presentando una grabación y otros documentos que lo comprometían con supuesta conformación de grupos paramilitares en Sucre y su presunta participación en la "Masacre de Macayepo" donde fueron asesinadas 15 personas. García quien después de haber ocupado por más de veinte años una curul en el parlamento, y tras el acalorado debate en el congreso donde a voz en cuello negó las acusaciones, se entregó a la justicia el 16 de noviembre de 2006 tras varios días de fuga.
Alrededor de un año y algunos meses antes de desatarse el escándalo, Petro había denunciado los presuntos nexos con los paramilitares de la ex representante a la cámara Muriel Benito Rebollo a quien acusó entre otras cosas de tener nexos con alias 'Diego Vecino' y Rodrigo Mercado Pelufo, alias 'Cadena'; la entonces representante negó las acusaciones y señaló a Petro de querer ganar protagonismo con calumnias, sin embargo la aparición de su nombre en el computador de alias 'Jorge 40' como candidata de 'Diego Vecino' para el congreso en las elecciones de 2006 provocó que se abriera la investigación que terminaría en la posterior captura de Benito Rebollo quien finalmente reconoció sus vínculos con Diego Vecino y fue condenada a 6 años de prisión.
Dichos hechos fueron el comienzo del escándalo donde terminaron detenidos tres congresistas que están siendo investigados. Sin embargo, como se advertía por los denunciantes, este escándalo sería solo el inicio de una serie de acontecimientos que revelaría nuevos vínculos de los políticos con grupos ilegales de autodefensas.

3. Pacto de realito.

El Pacto de Ralito, uno de los procesos más sonados dentro de este escándalo, es un documento que involucra a varios parlamentarios, ex parlamentarios, alcaldes, gobernadores y otros funcionarios públicos en un acuerdo con las AUC para "refundar la patria". Hoy la mayoría de los firmantes se encuentran en la cárcel acusados del delito de concierto para delinquir agravado aunque algunos de los involucrados pidieron ser juzgados por el delito de sedición, iniciativa que no prosperó.
El documento fue firmado en el año 2001 en un encuentro entre el Estado Mayor de la Autodefensas y siete representantes a la cámara, cuatro senadores, dos gobernadores y cinco alcaldes. Se conoció sobre la existencia del documento después de que el senador Miguel De la Espriella, uno de los firmantes, revelara su existencia a finales de 2006 por órdenes de Salvatore Mancuso; el texto del documento solo fue conocido en enero de 2007 tras declaraciones de Jorge 40 durante el sometimiento al proceso de Paz con el gobierno.
De acuerdo a investigaciones publicadas por el Diario El Espectador, el pacto estaba enmarcado dentro de una estrategia de las AUC para consolidar una alianza de fuerzas al margen de la ley bajo la financiación del narcotráfico y concretar, a futuro, la toma del poder político, inicialmente en la Región Caribe para más tarde consolidarse a nivel nacional. Según el informe, dicha estrategia se denominó "El Plan Birmania", haciendo referencia a lo sucedido en Birmania (hoy Myanmar), país asiático donde se estableció una dictadura militar y se le señala como uno de los ejes del denominado "Triángulo de oro" entre Laos, Myanmar y Tailandia, por el cultivo de la amapola, la producción de opio y la fabricación de heroína. Carlos Castaño se negó a respaldar la iniciativa y reiteró las objeciones que ya venía haciendo en contra de los entonces líderes del Bloque Central Bolívar de las AUC, Iván Roberto Duque alias Ernesto Báez y Carlos Mario Jiménez alias Macaco, por sus nexos con la producción de drogas ilícitas. Además informó a sus hombres de confianza de las intenciones de algunos de los jefes, a fin de buscar respaldo a su negativa a la alianza. A través de declaración pública, el miércoles 30 de mayo de 2001, Carlos Castaño Gil díjo: “Compañeros de causa, somos en las AUC, amigos y respetuosos de las instituciones del Estado. Este principio es inviolable. Respétenlo. Renuncio irrevocablemente a mi cargo otorgado por ustedes.

4. escandalos del DAS

El escándalo en el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), (que es la principal agencia de inteligencia en Colombia y cumple funciones de policía secreta), se generó luego de que el ex jefe de informática de dicho organismo Rafael García fuera detenido por haberse comprobado que había utilizado su cargo para favorecer a grupos paramilitares y a narcotraficantes con pedido de extradición; fue entonces cuando García decidió colaborar con la justicia y realizó varias denuncias convirtiéndose en testigo clave dentro del proceso de la parapolítica, razón por la cual sería apodado por los medios de comunicación como El Ventilador. García denunció, entre otras cosas, que el ex jefe de este organismo y entonces cónsul en Milán, Jorge Noguera Cotes, habría utilizado su posición para poner el organismo de seguridad al servicio del grupo paramilitar liderado por alias Jorge 40, García también aseguro que Noguera habría facilitado la participación de este grupo en el asesinato selectivo de sindicalistas del país. Al revelarse este escándalo Noguera Cotes, quien fue vigorosamente defendido por el presidente Álvaro Uribe Vélez, tuvo que renunciar a su cargo en Milán y regresó a Colombia para rendir indagatoria frente a la Fiscalía General de la Nación. El 22 de febrero de 2007 fue privado de la libertad sindicado de concierto para delinquir y homicidio agravado.
Al conocerse la noticia el presidente Álvaro Uribe Vélez declaró que de encontrarse culpable a Noguera el debería pedir excusas al país por haberlo nombrado. Noguera fue uno de los directivos de la campaña presidencial de Uribe en el Magdalena en 2002 y fue designado como director del DAS siete días después de la posesión de este último permaneciendo por casi 4 años en el cargo para después ser nombrado como cónsul en Milán durante el segundo mandato del reelecto presidente.
El 23 de marzo de 2007 fue puesto en libertad gracias a que su abogado logró demostrar, según el Consejo Superior de la Judicatura, bajo el recurso conocido como Habeas Corpus, que la detención no se produjo conforme a la ley por lo que a su cliente se le había violado el debido proceso. La investigación pasó a manos del Fiscal General de la Nación Mario Iguarán quien no ocultó su descontento ante la decisión y declaró que empezaría a mirar las acciones que su despacho debía adelantar frente a esta decisión. Noguera fue recapturado el 6 de julio de 2007, tres meses después de haber sido puesto en libertad. En noviembre de 2007 la Procuraduría lo destituyó y suspendió por 18 años,según este organismo Noguera fue hallado responsable de haber colaborado con las AUC, de incrementar su patrimonio ilegalmente y de haber adulterado información para favorecer a grupos narcotraficantes. Mientras tanto la Fiscalía continuaba con el proceso penal en su contra.
El proceso siguió en curso hasta el 11 de junio de 2008 cuando la sala penal de la Corte Suprema de Justicia anuló el proceso seguido por la Fiscalía debido a que el Fiscal Mario Iguarán delegó la función de investigación cuando, según la corte, dicha función era exclusiva de él por haber sido Noguera director del DAS y por lo tanto contar con fuero constitucional. Noguera quedó en libertad a espera de que se iniciara de nuevo un juicio en su contra mientas que la Corte compulsó copias para que la comisión de acusaciones de la Cámara de Representantes investigue al Fiscal por irregularidades en el proceso seguido a Noguera.

5. Funcionarios del Estado.
Congresistas
Hasta julio de 2008 se vinculaban 68 congresistas dentro del escándalo, la gran mayoría pertenecientes a la coalición de gobierno incluida la entonces presidenta del congreso Nancy Patricia Gutiérrez,[34] más de 30 de ellos privados de la libertad en la cárcel La Picota y El Buen Pastor de Bogotá, incluidos 3 ex presidentes del congreso, mientras van siendo llamados a juicio, otros tantos han renunciado a sus escaños a medida que la investigación avanza. Por tales hechos varios sectores de la vida política han puesto en duda la legitimidad del Congreso.Inicialmente las investigaciones implicaron a políticos de la Costa Atlántica pero más tarde llegarían a involucrar a congresistas de Antioquia, Tolima, Norte de Santander hasta extenderse por buena parte de los 33 Departamentos de Colombia.
Las primeras detenciones a congresistas tuvieron lugar el 18 de octubre de 2006 cuando fueron llamados a indagatoria los senadores Álvaro García Romero y Jairo Enrique Merlano, y el representante Erik Morris, tras ser escuchados se les dictó medida de aseguramiento. El 15 de febrero de 2007 se realizaría la segunda detención masiva de congresistas cuando la Corte Suprema de Justicia (CSJ) emitió orden de captura contra los senadores Álvaro Araújo Castro líder de Alas Equipo Colombia, Mauricio Pimiento, Dieb Maloof líder del Movimiento Colombia Viva y Luis Eduardo Vives así como el representante a la Cámara Alfonso Campo Escobar y se ordenó la captura del representante a la cámara Jorge Luis Caballero por quien se emitió una circular Roja de la INTERPOL para su captura en el exterior ya que había huido a Europa una vez fue vinculado al proceso, (finalmente se entregó el 15 de noviembre de 2007). Todos ellos bajo sospecha de haber recibido beneficios del paramilitarismo para ser elegidos como congresistas, el senador Araújo además enfrenta cargos de secuestro extorsivo por la posible participación en el plagio de su contendor Víctor Ochoa Daza en las elecciones de 2005, hecho por el cual podría enfrentar hasta 40 años de prisión.
Adicionalmente a esto también fueron privados de la libertad varios congresistas que habían firmado el Pacto de Ralito mientras empezaron a ser involucrados dirigentes de gran poder político como es el caso del Senador Luis Alberto Gil, líder del movimiento Convergencia Ciudadana quien presuntamente y junto con otros políticos del departamento de Santander mantenía alianzas con alias Ernesto Báez, Gil renunció a su escaño en el Senado por lo que su proceso pasó a la Fiscalía. También se involucró a Mario Uribe Escobar líder del partido Colombia Democrática y primo del presidente Álvaro Uribe, fue vinculado formalmente al proceso a raíz de las declaraciones del ex paramilitar Jairo Castillo Peralta alias Pitirri, quien es uno de los testigos claves en el proceso y lo acusa de reunirse de manera clandestina con grupos paramilitares, Uribe Escobar había sido mencionado también por el ex jefe máximo de las AUC Salvatore Mancuso meses antes durante su declaración ante la justicia así como por la ex representante Eleonora Pineda; después de ser llamado a indagatoria por la Corte Suprema de Justicia en septiembre de 2007, renunció a su cargo como senador con el fin de ser juzgado por la justicia ordinaria y no por el máximo tribunal de justicia. El 22 de abril de 2008 se le dictó orden de captura por orden de la Fiscalía.
En el año 2008 las órdenes de captura contra congresistas siguieron aumentando vertiginosamente y los dirigentes de renombre involucrados en investigaciones también, como lo fue el caso del senador Carlos García Orjuela presidente del Partido de la U quien sería capturado en julio y de la entonces presidenta del Senado Nancy Patricia Gutiérrez a quien se le abrió investigación preliminar. Así las cosas, se empezaron a evaluar alternativas para frenar la creciente deslegitimación del Congreso
Alcaldes y Gobernadores
Durante el proceso se han investigado a varios mandatarios locales, entre ellos el gobernador del departamento de Magdalena Trino Luna quien fue detenido en marzo de 2007 y fue el primer condenado en este escándalo después de que aceptara sus vínculos con los cabecillas paramilitares alias Jorge 40 y Hernán Giraldo Serna; otro de los gobernadores detenidos fue Hernando Molina Araújo gobernador del departamento del Cesar después de que el Fiscal General de la Nación encontrara méritos suficientes para ordenar su captura; el gobierno lo suspendió de su cargo luego de que Molina se entregara voluntariamente al viajar a Bogotá; según la fiscalía las evidencias indican que Molina Araújo habría tenido relación de cercana amistad con alias 'Jorge 40' ex jefe del Bloque Norte de las AUC y que dicha relación era tan estrecha que incluso pertenecía al grupo bajo el alias de Comandante 35. Se tienen pruebas de que Molina se habría favorecido políticamente para alcanzar la gobernación del departamento en las elecciones de 2003 y de la presunta recepción de millonarias sumas de la organización criminal cuando el político ocupaba el Consulado de Guatemala, también se le acusa de participación en el secuestro de una mujer perteneciente al clán político de la familia Genecco Adicionalmente a estos casos se dictó orden de captura contra el ex gobernador del departamento de Sucre Salvador Arana, quien por meses permaneció prófugo de la justicia y era buscado por la INTERPOL, el 29 de mayo de 2008 fue capturado en Santa Marta. A Arana se le sindica de conformar grupos paramilitares en la región y de planear varios crímenes para lograr beneficios electorales.
De igual forma existen diversos casos de alcaldes de pequeñas localidades que son investigados por presuntas alianzas con grupos paramilitares, tal es el caso que ha sido comparado por la prensa con el del Pacto de Ralito, en el cual seis alcaldes del departamento de Casanare fueron llamados a indagatoria por la fiscalía por firmar un documento en el que se comprometían a ceder el manejo del 50% del dinero público del presupuesto asignado a grupos paramilitares, en el documento los entonces candidatos se comprometían de la siguiente forma: "Manejo por parte de la organización Acc (Autodefensas Campesinas del Casanare) del 50 por ciento del presupuesto municipal" y "aportes del 10 por ciento de cuota de toda contratación" En el documento aparecen como firmantes 5 de los 6 implicados, debido a que, según la fiscalía, Leonel Roberto Torres Arias, alcalde de Aguazul no tuvo que firmar ya que era miembro activo de la organización paramilitar.


CREDITOS

Este blogger fue creado por alumnos del grado decimo uno de la Institución Educativa San Pedro Claver.
ABDO CHAMORRO JORGE ELIECER (
abdoj.a@hotmail.com)
PÉREZ CRUZ RAFAEL JAIER (
elnegri477@live.com.mx)
ROBLES PÉREZ MAURICIO JOSÉ (
roblesmj@live.com)

Seguidores

Buscar este blog